¿Cómo potenciar mis habilidades como docente? La retroalimentación en el aula, mejorando el aprendizaje de mis estudiantes diciembre 15, 2023 – Publicado en: Uncategorized
¿Has usado la retroalimentación en tu aula de forma intencional?
Una de las estrategias más efectivas para potenciar los aprendizajes es la retroalimentación, es uno de los factores que ayuda a mejorar el rendimiento en los niños y niñas. En esta entrada, te contamos como ponerla en práctica de manera efectiva en el aula.
Vygotsky (1978) planteó la “teoría de la zona del desarrollo próximo”, que sostiene que en el proceso de aprendizaje, el adulto a cargo construye el andamiaje para ir ayudando al estudiante a llegar al nivel de aprendizaje o desarrollo ideal. La retroalimentación es clave para construir este andamiaje.
La retroalimentación es la información que le brinda el maestro al estudiante sobre cómo está desarrollando una actividad. Hay cuatro niveles de retroalimentación: retroalimentación sobre la tarea, retroalimentación sobre el proceso, retroalimentación sobre la autorregulación y retroalimentación sobre uno mismo (Hattie y Timperley, 2007)
¿Te preguntas cómo llevarlo a la práctica?
Te damos algunos consejos:
1.Proporciona al niño/a retroalimentación aterrizada y oportuna sobre el trabajo realizado.
Por ejemplo, puedes decir: ¡Excelente Mariana! He notado que has agrupado los bloques por color, luego por forma. Me gustaría que me cuentes, ¿de qué otra manera puedes agrupar tus bloques? (Retroalimentación sobre la tarea)
2. Asegúrate que el niño/a recibe las indicaciones de la actividad que está haciendo.
Por ejemplo: ¡Qué buen trabajo estás haciendo Mariana! He notado que te estás esforzando por dibujar a tu personaje favorito del cuento. Fue muy bueno que te fijaras en la descripción del cuento para poder dibujar a tu personaje. (Retroalimentación sobre el proceso)
3. Brinda información acerca de cómo el niño/a tiene más confianza para seguir desarrollando la actividad.
Por ejemplo: Asiente con la cabeza frente a la respuesta del niño/a brindándole mayor seguridad para continuar con las indicaciones sugeridas. (Retroalimentación sobre la autorregulación)
4. Conoce al estudiante para saber en qué momento describes lo que el niño/a está haciendo, y al mismo tiempo, generar conexión emocional con él o ella.
Por ejemplo: Mencionando comentarios positivos y reconociendo el trabajo y el esfuerzo del estudiante, justo en el momento necesario. (Retroalimentación sobre uno mismo)
¿Sabías que las investigaciones han demostrado que existen cuatro comportamientos docentes que son positivos en el rendimiento estudiantil?
Fuente: (Muijs y Reynolds, 2002) Elaboración propia.
¿Cómo se ve la retroalimentación en el aula?
“¡Muy bien Catalina! Dibujaste el cuerpo con todas sus partes, me gustaron los colores que usaste para tu trabajo y que te sintieras bien realizándolo”. (Aterrizar conceptos)
“¡Excelente trabajo Franco! Veo que estás progresando en construir tu torre con los bloques más grandes ya que pudiste darte cuenta que le dan soporte y no se caen con facilidad. Me gustaría que me comentaras, ¿cuál fue la parte más difícil de tu construcción? (Retroalimentación oportuna)
“Antonella, cuéntame, ¿Qué significan esos corazones que dibujaste?, ¿qué hiciste en tu dibujo? te felicito porque has brindado una buena información acerca de lo que has hecho, que buenas ideas tienes”. (Conexión emocional)
Como te has dado cuenta, existen diferentes tipos de retroalimentación. Usarlos te permitirá hacer tu práctica más efectiva y fortalecerás así el aprendizaje de tus estudiantes. ¿Te animas a realizar las retroalimentaciones propuestas?
Referencias
Hattie, J. y Timperley, H. (2007). El poder de la retroalimentación. Revisión de educación investigación, 77(1), 81-112.
Vygotsky, L.S. (1978). La mente en la sociedad: el desarrollo de procesos psicológicos superiores. Cambridge MA: Harvard University Press.
Muijs, D. y Reynolds, D. (2002). Creencias y comportamientos de los docentes: ¿qué es lo que realmente importa? Diario de interacción en el aula, 37-15.